Amistad en nuestros días

  Hermosa palabra esta, amistad...
  ¿Alguien cree en ella, en su existencia ?.

  En la infancia tenemos multitud de amigos, que son más bien compañeros de
  juegos. Los niños, cuando se refieren a estos compañeritos hablan siempre de
  sus AMIGOS. Realmente, en esta etapa de la vida, todo es inocencia, risas,
  alguna que otra pelea (cosa de niños), experiencias cargadas de buenos
  momentos en la mayoría de los casos.
  Luego, cuando llega la adolescencia, los jóvenes ansían pertenecer a un grupo
  para sentir que tienen un lugar al que pertenecer, para, de alguna forma , enca-
  jar en un lugar. Se unen a otros chicos intentando compartir sus vivencias, sus
  pensamientos...Quieren integrarse en lo que ellos denominan "la gente de mi
  edad". No siempre lo consiguen pero intentarlo lo intentan. Es sumamente
  importante para ellos en esta edad un tanto rebelde, en la que están buscando
  su hueco en el mundo. Muchos logran tener amigos verdaderos. Lo difícil es
  conservarlos después, con el paso de los años.
  De adultos, es cuando uno, en su madurez, sabe de buena mano lo que necesita
  en su vida. Se pueden escoger las personas que verdaderamente aportan el
  significado preciso que corresponde a la palabra "amistad". Seguramente en
  nuestra juventud, nos han fallado aquellos en los que confiábamos plenamente.
  Nos han decepcionado tantas personas que ya no creemos que la amistad sea
  de este mundo. ¿ Habremos soñado que existe ?. ¿ Habremos leído demasiados
  libros o visto demasiadas películas ?.
  De repente, un día cualquiera, conocemos a alguien tan especial que nos
  preguntamos por qué razón no habrá estado presente antes, años atrás.
  Nos sentimos tan cómodos con ese amigo/a que parece que lo conociéramos
  desde siempre. Coincidimos en mil ideas, en maneras de ver el mundo...
  ¡ Incluso nos parecemos tanto que nos sorprendemos !... La vida nos da el
  regalo de la amistad justo en el instante en que ya no creíamos en ella...
  Entonces, nos transformamos en niños de nuevo. Y vivimos todo lo que no
  hemos vivido cuando éramos mucho más jóvenes...

  ¡ Qué preciosa la amistad verdadera, esa que busca sólo la alegría de compartir sin pretender recibir nada más que cariño !.
  ¿ Quién dijo que es imposible encontrar un alma gemela, alguien que te comprenda, a quien comprendes, con quién ríes y hasta con quien lloras si es preciso ?.

 Hoy doy fe de que la amistad es posible encontrarla cuando menos te lo esperas.
 Amistad, un tesoro, que merece la pena descubrir, sin lugar a dudas...